Las hormonas son moléculas generalmente pequeñas que pueden interaccionar con receptores de nuestras células, muchas de ellas cerebrales. Por eso pueden afectar a nuestros sentimientos, o liberarse ante una sensación agradable.
De hecho, las drogas por ejemplo se basan mucho en la liberación o inhibición de hormonas para cambiar el estado de ánimo.
Como dato curioso, la oxitocina es una hormona liberada por las mujeres para facilitar el parto, pero que también se ha demostrado está muy relacionada con los sentimientos buenos (afecto, generosidad…) e incluso la excitación sexual.
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